La Universidad de Harvard se negó a cumplir con las exigencias del gobierno de Trump en relación con las protestas anti-Israel en las universidades, los programas de diversidad y el antisemitismo.
“Ningún gobierno, independientemente del partido en el poder, debería dictar qué pueden enseñar las universidades privadas, a quiénes pueden admitir y contratar, y qué áreas de estudio e investigación pueden desarrollar”, escribió el rector de Harvard en un comunicado.
Además, los abogados que representan a Harvard afirmaron que las exigencias a la universidad son ilegales y que Harvard “no está dispuesta a aceptar exigencias que excedan la autoridad legal de esta o cualquier otra administración”.
La administración Trump emitió recientemente un firme ultimátum a la Universidad de Harvard, exigiendo cambios radicales en sus políticas como condición para mantener su acceso a casi 9 mil millones de dólares en subvenciones y contratos federales.
Las autoridades federales exigen la prohibición del uso de cubrebocas durante las protestas, en respuesta a los manifestantes propalestinos que han usado cubrebocas para ocultar su identidad.
Además, Harvard debe revisar sus políticas sobre protestas y manifestaciones públicas para aclarar las restricciones de tiempo, lugar y forma.
Harvard, al igual que otras universidades de EE. UU., ha experimentado un repunte en la actividad anti-israelí desde el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023 y la posterior guerra en Gaza.
La universidad ha recibido fuertes críticas por su gestión del antisemitismo en el campus.
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