De origen colombiano, Yehuda Chamorro, productor y periodista para CBN Israel, actualmente vive con su esposa y sus dos bebés en Jerusalén. Cubrió el conflicto con Hamas desde el frente de batalla.
11 días atrás, Hamas y otros grupos terroristas lanzaron mas de 4,360 cohetes hacia el sur y el centro de Israel, aterrorizando a mas de 4 millones de Israelíes que corrían a refugios. Aunque el sistema anti-misiles, la Cúpula de Hierro, interceptó más del 90% de los cohetes, varios cayeron en ciudades Israelíes como Beer Sheva, Ashkelon, Ashdod, Petah Tikvah, y Tel Aviv entre otras.
Israel respondió con más de 1,500 contra ataques sobre centros terroristas en Gaza de Hamás y el Yijad Islámico. Lo que no se ha reportado en los medios de comunicación es que en total, 680 cohetes lanzados por Hamás cayeron a dentro de Gaza, causando destrucción e hiriendo y matando a su población.
A diferencia de los conflictos de años pasados, como los del 2012 y 2014, muchos de los cohetes de Hamas y el Jihad Islámico fueron suministrados por Irán, lo que llevó a 44 senadores republicanos a pedir al presidente Biden suspender sus conversaciones nucleares con el régimen de dicho país árabe. El mandatario norteamericano habló con Benjamin Netanyahu y afirmó el derecho de Israel a defenderse.
Israel vive la peor violencia entre judíos y árabes en al menos 20 años. En las ciudades llamadas “mixtas”, árabes se han levantado en contra de sus vecinos judíos y estos responden de la misma manera. El primer ministro Israelí condenó la violencia de ambos lados.
Por varios días, Estados Unidos y países de la Unión Europea presionaron a Israel a aceptar un cese de fuego con Hamás. Sin embargo, de acuerdo a una encuesta del canal 12 de Israel, casi 3/4 de los Israelíes piensan que el cese de fuego fue muy apresurado y quedó la posibilidad que Hamás vuelva a atacar a Israel.
La carta fundacional de Hamás hace un llamado por la destrucción de Israel y para ellos este conflicto fue una guerra santa. A pesar de 217 muertes, 1,500 heridos y devastadores daños a su infraestructura militar, Hamás declaró la victoria en sus calles.
El Líder del grupo terrorista Hamas declaró, “Nosotros tenemos nuestros propios fondos … Quiero dar gracias a Irán quien no ha parado de asistir a Hamás y otros grupos con dinero, armas, experiencia y apoyo.”
Israel por su lado sufrió 10 muertes y casi 300 heridos, como también muchos daños en edificios y vehículos a través de sus ciudades desde la frontera con Gaza hasta el puerto de Haifa en el norte.
Esta guerra no la inició Israel y no es para violentar a la población Palestina en Gaza, sino contra el grupo terrorista Hamás.
Los Israelíes, por ahora, se aferran a la esperanza que no tendrán que vivir de nuevo otro conflicto parecido en mucho tiempo.
Yehuda, dentro de su fe de profesión judía, es uno de los miles que reconocen a Jesús como el Mesías.
Operación Guardián de las Murallas
El golpe militar asestado por Israel a las organizaciones terroristas fue de enorme envergadura, aunque tiene claro que no terminó totalmente con todo su arsenal. Lo más importante es la destrucción de más de 150 kilómetros de túneles, parte del así llamado “Metro” que Hamás cavó durante años debajo de Gaza, un sistema sofisticado que le servía para esconderse, preparar ataques sin riesgos de ser detectados y para almacenar cohetes y lanzadores.
Los disparos más lejanos fueron a Jerusalén, a la zona de Emek Hefer en el norte de Israel y al Consejo Regional Eilot en el extremo sur de Israel. Por lo menos 640 de los cohetes lanzados por Hamás
Al comienzo los túneles les servían sólo para ocultarse, pero con el tiempo se fueron sofisticando, incluyeron comandancias, comodidades para descansar, aire acondicionado, electricidad y todo lo necesario para organizar sus ataques sin preocupaciones.
Además de la destrucción física de los túneles, que influirá decididamente en la capacidad militar de Hamás, un elemento clave es la sensación de estar expuestos sin poder realmente esconderse.
Los blancos de aproximadamente 4.340 cohetes de Hamás fue la población civil israelí. El peor día fue el martes 11 de mayo, con 480 cohetes. Después entre 280 y 400 diarios. La mayoría fueron lanzados hacia las ciudades de Ashkelon y Ashdod en el sur. Allí las alarmas sonaron 400 veces en 11 días,
cada una de ellas anunciando un disparo desde Gaza, pero cada salva podía contener decenas de cohetes.
Hamás llamaba “submarino suicida”, un dispositivo que intentaron hacer llegar por mar a cometer un atentado.
fueron disparos fallidos que no lograron pasar la frontera hacia territorio israelí y por ende cayeron dentro de la propia Franja de Gaza, en varios casos matando civiles palestinos.
En este conflicto fueron atacadas y destruidas estructuras relacionadas directamente al régimen de Hamás y varias decenas del Jihad Islámico. Además, se alcanzó a 25 figuras de alto rango en la estructura militar terrorista, incluyendo 5 de cargos de jefes de División. Cabe suponer que los números irán aclarándose más en detalle en los próximos días, si Hamas continúa sacando cuerpos de terroristas muertos de los túneles.
El sistema protector anti misiles de Israel, que ha cumplido una década, logró interceptar el 90% de los cohetes que iban en camino a impactar en zonas habitadas. Su cerebro capta cuándo son lanzados hacia Israel, si puede pegar en zonas pobladas, se activa el misil anti-misil que lo destruye en vuelo. Si las coordenadas registradas indican que caerá en campo abierto, no se intenta destruir en el aire.
La Cúpula de Hierro cambió totalmente el balance estratégico al permitir a Israel atacar los blancos de Hamás sabiendo que la población israelí goza de amplia protección, aunque está claro que no es hermética.
Todos los drones y dispositivos no piloteados enviados a Israel con explosivos, fueron interceptados y destruidos.