El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció este lunes que Israel tiene la intención de tomar el control de toda la Franja de Gaza.
Por: Victor Kamhine
Esta declaración llega menos de 24 horas después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciaran una extensa operación terrestre en el territorio, acompañada de una intensificada campaña aérea que comenzó la semana pasada.
La operación, denominada “Carros de Gedeón”, ha visto un aumento dramático en la actividad militar. Según las FDI, en las últimas 24 horas se han “atacado más de 160 objetivos terroristas en Gaza“. Esta intensificación de las operaciones ha provocado alarma entre la ONU y destacadas organizaciones de ayuda humanitaria, que advierten sobre el grave impacto en la población civil.
En medio de la ofensiva, Netanyahu se vio obligado a defender su decisión de permitir la entrada limitada de ayuda humanitaria en Gaza. El primer ministro argumentó que la presión internacional sobre Israel había estado “acercándose a una línea roja” y que este paso era necesario para continuar con la ofensiva militar ampliada contra Hamás.
En un comunicado en video publicado en su canal personal de Telegram, Netanyahu reveló que los aliados de Israel habían expresado su preocupación por “imágenes de hambre”, lo que subraya la creciente presión internacional sobre la situación humanitaria en Gaza.
Sin embargo, esta decisión ha sido criticada por políticos y grupos de derecha en Israel, que la ven como una contradicción a las promesas previas de altos funcionarios.
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante la situación humanitaria en Gaza. El primer ministro británico, Keir Starmer, calificó la situación como “intolerable”, mientras que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, la describió como “inaceptable”. Ambos líderes pidieron una acción inmediata para aliviar la crisis humanitaria.
Francia, a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot, solicitó a Israel que permita la reanudación de la ayuda a Gaza de forma “inmediata, masiva y sin restricciones”. Suecia, por su parte, instó a Israel a permitir la reanudación de la ayuda humanitaria sin obstáculos.
En un giro inesperado, el primer ministro español Pedro Sánchez argumentó que el Festival de la Canción de Eurovisión debería excluir a Israel, expresando solidaridad con “el pueblo de Palestina que está viviendo la injusticia de la guerra y los bombardeos.”
Sánchez señaló que Rusia no participó en la pasada edición de Eurovisión debido a su invasión de Ucrania en 2022; por lo tanto, afirmó que Israel tampoco debería hacerlo, porque “lo que no podemos permitir son dobles estándares en la cultura.”
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