Fuente: Home – Eddy Warman Por: Eddy Warmanadas

La guerra en Gaza continúa. Y aunque Hamás se ha debilitado considerablemente gracias al ejército israelí, la realidad es que, por un lado, dicen que este grupo terrorista nunca se podrá eliminar por completo; y por el otro, que la prioridad absoluta debe ser lograr que los rehenes -capturados por el grupo terrorista hace ya 10 meses-, vuelvan a casa. Vivos o muertos, pero que regresen con sus familias. Es cuestión de dignidad, de humanidad.

Resulta que grupo de funcionarios de Seguridad Nacional del Gobierno de Biden, asegura lo que mencioné anteriormente; y fue publicado recientemente en un reportaje en The New York Times.

Y es que estoy totalmente de acuerdo con que el ejército israelí, logre arrancar de las entrañas de Hamás a esos 115 rehenes que continúan retenidos. Debe hacerse sin excepción. Es una orden mandatoria. 

Israel ha hecho militarmente “todo lo que ha estado en su alcance”, y los altos funcionarios estadounidenses citados por el Times, están de acuerdo. Pero también dicen que “los continuos bombardeos, solo aumentan el riesgo para los civiles”, y que ya no están debilitando a Hamás.

Entonces, ante este panorama, sale el Gobierno Biden y “saca su as debajo de la manga”. Pone sobre la mesa negociar el cese al fuego una vez más (esto me huele a una artimaña electoral para beneficiar a su partido); porque sus funcionaros aceptan sí es cierto que Hamás se ha debilitado, pero también dice que jamás será aniquilado por completo por las fuerzas israelíes.

Aunque les soy sincero, en muchos aspectos, la operación militar de Israel ha causado mucho más daño contra Hamás que lo que estos funcionarios estadounidenses afirman, desde que comenzó la guerra el pasado 7 de octubre.

Si se dan cuenta, los soldados israelíes ya pueden moverse con relativa libertad por lo ancho y largo de franja de Gaza. También se ha apoderado de rutas de suministro, que eran cruciales para los terroristas. De hecho, el mismo ejército aseguró el mes pasado, que 14.000 combatientes de Hamás han muerto o han sido capturados. Y sumemos el hecho de que han sido eliminados la mitad miembros de las Brigadas Qassam -el ala militar de Hamás-, al igual que líderes regionales como Muhammad Deif Marwan Issa. 

Claro que hay un general, Joseph L. Votel, ex jefe del Comando Central de Estados Unidos, que está de acuerdo conmigo en que Israel ha sido capaz de “quebrar” a Hamás, y lo más importante: reducir la amenaza que existía antes del 7 de octubre. Pero, al mismo tiempo, afirma que “la liberación de los rehenes sólo podría lograrse a través de negociaciones”. Entonces, en este último punto, la opinión Votel se fusiona con la del Gobierno de Biden. En otras palabras, si negociamos, los rehenes serán liberados. Punto.

Pero no todos piensan igual. Fíjense que teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), dijo en una entrevista telefónica, que las FDI están en capacidad de desmantelar a Hamás, y de traer a casa a los rehenes. Así que continuarán realizando operaciones militares en la zona, para lograr su objetivo: ¡que vuelvan los rehenes!

Quizás Estados Unidos quiere el cese al fuego, no para que regresen los rehenes, sino para “evitar a toda costa” que la amenaza de un ataque de Israel por parte de Irán y por supuesto Hezbolá -en respuesta al asesinato de sus líderes regionales-, se haga realidad.

De hecho, el Times asegura que varios funcionarios, entre ellos William J. Burns, el director de la CIA y Brett McGurk, coordinador del presidente Biden para Oriente Medio, viajaron a países vecinos, en el transcurso de esta semana con el objetivo de “hacer llegar un mensaje” claro y conciso: es muy poco lo que Israel puede seguir haciendo contra Hamás.

Pero no perdamos de vista que la victoria sobre Hamás, es el objetivo del primer ministro Netanyahu desde el inicio de la guerra. También de las FDI que recuperarán a los rehenes y desmantelarán a Hamás. Pero es innegable que estas declaraciones de los funcionarios de Biden publicadas por el Times, confunden, porque dicen que lo mejor para Israel es llegar a un acuerdo de cese al fuego con estos terroristas, para que regresen a los rehenes.

Me pregunto: ¿qué es lo mejor para Israel? Veamos dos escenarios.

Si se produce un alto al fuego, puede que Hamás tenga dificultades para recuperar su fuerza, o puede que se rearme gracias a Irán, y reclute nuevos combatientes, que seguramente, se esconderán de nuevo en la vasta red de túneles o entre los civiles. En ese caso, por supuesto que las FDI comenzarán de nuevo a movilizarse, para perseguirlos y aniquilarlos. De hecho, el general retirado Yaakov Amidror, que se desempeñó como Asesor de Seguridad Nacional de Netanyahu, afirma que «si Israel evacua sus fuerzas ahora, dentro de un año, Hamás volverá a ser fuerte». Dice que detener la guerra ahora será un desastre para Israel.

Recordemos que «Hamás es una organización terrorista. Para ellos, sobrevivir es la victoria». Así lo enfatiza Dana Stroulex alto funcionario de política de Medio Oriente del Pentágono, y ahora académico en el Instituto de Washington para la Política del Cercano Oriente.

Por otro lado, el general Amidror dice que si continúa la guerra, se vendrán más y más combates intensos en Gaza durante algunos meses, hasta que Israel incursione y “elimine a los combatientes y su infraestructura armamentística”. Esto se lograría aproximadamente en un año, aunque funcionarios actuales y anteriores del Pentágono, se quejan de que Israel aún no ha demostrado que puede asegurar todas las áreas de Gaza que ha tomado, particularmente, cuando sus fuerzas se retiren.

Y aquí viene la contracción. Que los voceros del gobierno también afirman que creen que Israel ha logrado una victoria militar significativa, que Hamás ya no es capaz de planear o ejecutar un ataque de la magnitud como el de 7 de octubre»; y que su capacidad para lanzar ataques terroristas contra Israel está en duda. Confunde y reinarás.

Lo cierto es que continúe la guerra o no, haya cese al fuego o no, o vuelvan los rehenes a sus hogares o no, quedan tres o cuatro líderes de Hamás, y unos cuantos de Hezbolá, que son «escurridizos», es como tratar de agarrar un salmón con las manos.

Estas son las mentes maléficas y siniestras detrás de estas guerras. Hablamos de esos mismos terroristas que atacaron Estados Unidos, ese fatídico 11 de septiembre de 2001, solo que estos se llamaban Talibanes.

Por mi parte les apuesto a que no se tomará decisión alguna sobre el futuro de Gaza, hasta cuando pasen las elecciones en Estados Unidos y sepamos si quedaremos en manos de Kamala o de Trump. Creo que solo así, se podrá comenzar a vislumbrar el fin de una guerra.

Estados Unidos y su posición frente a Israel: ¿confunde y reinarás? – Eddy Warman

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