Israel atacó este martes en Doha, capital de Catar, con el objetivo de eliminar a los principales líderes de Hamás en el extranjero, informó Kan.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el servicio de seguridad Shin Bet confirmaron que las organizaciones, a través de la Fuerza Aérea, “atacaron recientemente a la cúpula de la organización terrorista Hamás“.
“Los miembros de la cúpula atacados lideraron las actividades del grupo terrorista durante años y son directamente responsables de la masacre del 7 de octubre y de librar la guerra contra el Estado de Israel. Antes del ataque, se tomaron medidas para minimizar daños a personas no involucradas, incluyendo el uso de armamento de precisión e información de inteligencia adicional”, señalaron en un comunicado conjunto.
Medios de comunicación árabes informaron que el edificio atacado albergaba la oficina del alto dirigente de Hamás, Khalil al-Hayya, jefe del equipo negociador. Según varios reportes, al-Hayya murió en el ataque.
Otros informes mencionan a otros líderes de Hamás que podrían haber estado en el edificio atacado: Zaher Jabarin, Khaled Mashaal, Muhammad Darwish y Musa Abu Marzouk.
Una fuente de seguridad israelí confirmó que se intentó eliminar a varios altos cargos de Hamás, y un alto funcionario afirmó que el ataque “fue contra las figuras más importantes del grupo terrorista”.
Otro funcionario israelí dijo a Kan que las explosiones fueron una “acción de represalia contra los líderes de Hamás y sus altos cargos”.
El mes pasado, tras el asesinato del portavoz de Hamás, Abu Ubayda, el jefe de las FDI, Eyal Zamir, amenazó a los líderes del grupo terrorista en Catar: “La mano sigue tendida; la mayor parte del gobierno de Hamás está en el extranjero; también los alcanzaremos”, dijo entonces.
Fuentes de Catar afirmaron que el ataque tuvo como objetivo una sede de Hamás durante una discusión sobre la propuesta estadounidense para poner fin a la guerra en Gaza.
Fuentes afiliadas a Hamás afirmaron que la propuesta estadounidense era una “trampa para atraer a funcionarios de Hamás a las conversaciones con el fin de atacarlos”.
Las FDI aún no han confirmado si altos cargos de Hamás fueron asesinados.
Catar condenó el “cobarde” ataque de Israel y abrió una investigación. “Este ataque constituye una flagrante violación de del derecho internacional y una peligrosa amenaza para la seguridad de los cataríes y del pueblo de Catar“, declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Majed al-Ansari. “Catar no tolerará este comportamiento israelí imprudente ni la continua perturbación de la seguridad regional”.
La oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu subrayó en un comunicado en inglés que “la acción contra los principales cabecillas terroristas de Hamás fue una operación israelí totalmente independiente. Israel tuvo la iniciativa, la llevó a cabo e Israel asume toda la responsabilidad”.
La Casa Blanca aún no ha confirmado si Israel coordinó el ataque con Washington, que en los últimos años ha considerado a Catar como un aliado clave. Además de los vínculos con Donald Trump, los líderes de Catar mantienen estrechas relaciones con el enviado estadounidense a Oriente Medio, Steve Witkoff.
El vicepresidente de la Autoridad Palestina, Hussein al-Sheikh, condenó el ataque en Catar, sin mencionar que el objetivo era la delegación de Hamás.
“El ataque es una violación del derecho internacional y de la soberanía de Catar“, declaró.
Un asesor del presidente de los Emiratos Árabes Unidos también condenó el ataque, al igual que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Jordania, afirmando que Amán “apoyará cualquier medida que Catar tome para defender su soberanía”.
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