Tras el ataque de Estados Unidos contra tres plantas nucleares en Irán, Fordow Natanz e Isfahán, Israel y Estados Unidos aún examinan los resultados del ataque. Sin embargo, ya se puede afirmar que el programa nuclear de la República Islámica ha retrocedido años atrás. Además, Israel eliminó a 11 científicos nucleares iraníes.
En cuanto a misiles, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria contaba con unos 2,000 misiles tierra-tierra en vísperas de la guerra; unos 600 fueron lanzados contra Israel y otros fueron destruidos por la Fuerza Aérea Israelí en territorio iraní. Se estima que a Irán le quedan unos 1,000 misiles balísticos.
Israel también destruyó alrededor del 60% de los lanzadores de misiles en Irán. Esto equivale a 280 lanzadores de misiles en todo el país.
Pero el logro más significativo es la capacidad iraní para producir nuevos misiles. En vísperas de la guerra, Israel estimó que Irán pretendía alcanzar los diez mil misiles en pocos años. En una semana y media, Israel logró dañar gravemente las industrias de defensa, plantas de producción de misiles y mezcladoras de combustible sólido de Irán; por lo tanto, el sector de misiles iraní también sufrió un retroceso de años.
La pregunta ahora es qué hará Irán si Israel anuncia que ha cumplido sus objetivos de la guerra. ¿Cuál es el mecanismo para poner fin a la guerra en la que Israel salga victorioso? Por otro lado, Israel deberá asegurarse de que Irán no continúe lanzando misiles e imponga una guerra de desgaste.
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