El ministro de Defensa, Israel Katz, declaró este domingo que las tropas de las FDI permanecerán desplegadas en los campos de refugiados del norte de Judea y Samaria al menos hasta finales de año, comprometiéndose a mantener la presencia militar israelí en las densamente pobladas ciudades palestinas durante varios meses más.

En enero, el ejército lanzó una ofensiva contra agentes terroristas en el norte de Judea y Samaria. La ofensiva, denominada “Operación Muro de Hierro“, comenzó en el campo de refugiados de Jenin, adyacente a la ciudad de Jenin, y posteriormente se expandió para incluir campos de refugiados cerca de la ciudad de Tulkarem, en el oeste de Judea y Samaria: los campos de Tulkarem y Nur Shams.

La ofensiva se produjo tras un repunte de la violencia en Judea y Samaria, como efecto del 7 de octubre. Desde la ofensiva de Hamás, las tropas han arrestado a unos 6.000 palestinos buscados en toda Judea y Samaria, incluyendo a más de 2.350 afiliados a Hamás.

Según Katz, los campos de JeninTulkarem y Nur Shams eran focos de terrorismo, financiados y armados por Irán, para actuar como otro frente contra Israel.

En los últimos ocho meses, afirmó Katz, las FDI han llevado a cabo una ofensiva “intensa”, durante la cual se evacuó a residentes de los campamentos, se abatió a hombres armados y se destruyó la infraestructura utilizada por grupos terroristas.

“Las FDI permanecerán dentro de los campamentos en esta etapa, al menos hasta fin de año, bajo mis órdenes”, declaró Katz.

“Hoy en día, no hay terrorismo en los campamentos, y el alcance de las alertas terroristas en Judea y Samaria se ha reducido en un 80 %”, añadió.

En mayo, el ejército informó haber abatido a más de 100 terroristas y arrestado a unos 320 sospechosos buscados, incautando aproximadamente 450 armas en el norte de Judea y Samaria. Las FDI no han actualizado sus cifras desde entonces, pero las operaciones han continuado.

Ese mismo mes, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, informó que aproximadamente 40.000 personas habían sido desplazadas de los campamentos por las operaciones de las FDI y reubicadas en aldeas cercanas o en las ciudades adyacentes de Jenin o Tulkarem.

En julio, UNRWA declaró que el desplazamiento masivo en Judea y Samaria había alcanzado niveles no vistos desde el inicio del control militar israelí del territorio palestino hace casi 60 años, afirmando que “unos 30.000 palestinos siguen desplazados por la fuerza”.

Durante el mismo período, las fuerzas de seguridad israelíes emitieron órdenes de demolición para unas 1.400 viviendas en el norte de Judea y Samaria, según declaró un portavoz de la ONU, calificando las cifras de “alarmantes”.

©EnlaceJudío Enlace Judío

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